Narrativa:

Durante el siglo XX en España se inicia un amplio movimiento cultural y artísticos que pasa por dos grandes momentos: La generación del 1898 La generación del 1914.

 

Esta renovación alcanza al relato novelístico, dotándolo de un corte psicológico. Relacionada con esta actitud hay que considerar el escaso interés que los escritores de este periodo muestran hacia el relato tradicional de acontecimientos según un orden cronológico. Lo que más se puede destacar se divide en 3 puntos:

  • Multiplicación de puntos de vista
  • Digresiones* intelectualistas
  • preciosismo lingüístico que viene a revelar al narrador en detrimento del mundo narrado, simbolismopreciosismo lingüístico que viene a revelar al narrador en detrimento del mundo narrado, simbolismo

A partir del 27 se empieza a fragüar un tipo de relato que ensaya la incorporación de la narración, caracterizándose así, por una actitud antirrealista y por un afán de experimentar, además de:

  • Del estilo metafórico propio de la poesía
  • Del fragmentarismo en boga en las artes plásticas
  • De la visión dinámica aprendida en el cine

Toda la narrativa del 27 se puede ordenar en dos grandes vertientes: la novela lírico-intelectual (Benjamín Jarnés, Antonio Espina, Mauricio Bacarisse, Francisco Ayala, Pedro Salinas) y la humorística (Jardiel Poncela, Edgar Neville).

 

Narrativa Social

 

Esta generación propone una rehabilitación de lo humano, del valor testimonial y de la trascendencia moral y política de la Literatura.

 

Fragmento de Modernismo (Mário de Andrade)

 

 

Éramos unos puros. Incluso cercados por la repulsión cotidiana, la salud mental de casi todos nosotros, nos impedía cualquier cultivo del dolor. En este sentido, tal vez las teorías futuristas tuviesen una influencia única y benéfica sobre nosotros. Nadie pensaba en términos de sacrificio, nadie se hacía pasar por incomprendido, ninguno se imaginaba como precursor o mártir: éramos una avanzada de héroes convictos. "