Dámaso Alonso

Biografía:

Nació en Madrid. Se le considera miembro de la Generación del 27, también se le suele encuadrar dentro de la primera generación de la posguerra. Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, se formó en el Centro de Estudios Históricos. ién conocerá en 1917 durante su veraneo en Las Navas del Marqués al que será su gran amigo, Vicente Aleixandre, al que hizo conocer el mundo de la poesía paseando por los maravillosos pinares de este pueblo y con el que convivirá en la España franquista. Colaboró en la Revista de Occidente y en Los Cuatro Vientos, y reivindicó la segunda etapa, la culterana, de la poesía de Luis de Góngora elaborando para explicarla una gran teoría de la expresión poética denominada Estilística. Hizo una edición crítica de las Soledades (1927) de este poeta, acompañada de una paráfrasis explicativa del mismo. Más tarde publicaría otras ediciones y estudios sobre este autor. Enseñó en Oxford dos años y luego fue catedrático de la Universidad de Valencia y posteriormente de Filología Románica en la Universidad de Madrid; en esta última formó, entre otros importantes discípulos, a Fernando Lázaro Carreter. En 1948 fue elegido miembro de la Real Academia de la Historia. Fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua el 29 de junio de 1973. También recibió el Premio Cervantes en 1978. Murió de una gripe en 1990.

Poeta:

Se clasifica como poesía pura de inspiración juanramoniana a su libro Poemas puros, poemillas de la ciudad (1924). A partir de 1939, el gran aldabonazo de la Guerra Civil y de la no menos desesperada posguerra le conmueven profundamente y publica su obra más importante, Hijos de la ira (1944); segunda edición corregida y aumentada en 1946) donde, inspirándose en el procedimiento estilístico del paralelismo progresivo presente en la poesía bíblica de los salmos penitenciales y en la filosofía existencialista de posguerra, expresa una visión desgarrada y sombría de la condición humana, utilizando largos versículos y un lenguaje violento que da cabida al léxico vulgar y malsonante. Acusa, maldice y protesta el grotesco espectáculo del mundo, inmerso entonces en una terrible guerra global.